LOS ORÍGENES TORANCESES DE AMÓS DE ESCALANTE
En la actualidad, al parecer, la enciclopedia más consultada es Wikipedia. Sin embargo, llama la atención que a día de hoy (05 de octubre de 2022) si accedemos a la información que sobre Santiurde de Toranzo ofrece, nos encontramos con que el único personaje ilustre que cita es el gran poeta del Siglo de Oro, Francisco de Quevedo, hijo de Pedro Gómez de Quevedo, nacido en «la aldea de Vejorís», de ese ayuntamiento. Si en esa misma enciclopedia consultamos la voz Vejorís, cita como personaje ilustre al primer obispo de Darién (Panamá), Fray Juan de Quevedo, nacido en el mismo lugar en el que lo hizo el padre del poeta, pero un siglo antes.
No es Quevedo el único escritor que tiene sus raíces en Vejorís; el día 6 de enero de 1902 fallecía en Santander uno de los más importantes del siglo XIX, Amós de Escalante, en la misma ciudad en la que había nacido el 31 de marzo de 1831. Pero los orígenes de su familia se encontraban escondidos entre las montañas interiores, en el Valle de Toranzo, que recorre el río Pas de sur a norte. La misma dirección que hubo de recorrer en el siglo XVIII el joven Juan de Escalante Ibáñez Corvera, abuelo de Amós.
Amós de Escalante y Prieto. |
La primera pista que podemos encontrar de la relación de la familia de Amós de Escalante y Prieto con el valle de Toranzo, nos la ofrece él mismo, quien en su juventud dedicó a Elena Campogiro el soneto A Elena, datándolo en «Valle de Toranzo, 1853», aunque no apareció publicado hasta cuatro años más tarde, en el Semanario Pintoresco Español, el 15 de febrero de 1857.
Catorce años después es el mismo poeta el que da fe de su origen torancés. Lo hace en la obra en prosa que firma como «Juan García», Costas y Montañas. (Libro de un caminante), de 1871, donde empieza el capítulo dedicado a Toranzo, con estas palabras: «Valle de recuerdos, tantas veces pisado en todas las edades de mi vida, en la niñez, en la adolescencia, en la juventud, a la luz varia, viva o moribunda, gloriosa o siniestra del espíritu, no debiera tener secretos para quien ha registrado sus vegas y sus lugares, sus collados y sus arboledas, sus montes y sus cauces con el palo del viajero en la mano y con la cartera del curioso a la espalda». Unas líneas después se lamenta «Nunca imaginé yo que venida la hora tanto tiempo esperada de trazar con fugitiva pluma su imagen fiel y acabada, apenas hallaría otro modelo que la visión primera, limitada y confusa, indecisa como infantil recuerdo», y, en efecto, en todo el texto se nota el peso de las horas de la infancia pasadas en la casa familiar torancesa y cuando escribe sobre el arco de acceso a la colegiata de Castañeda: «sentí vergüenza, pero vergüenza profunda, de haber pasado tantas veces a tan corta distancia, sin desviarme del camino para visitarle».
Más adelante, será un vecino de Paredes de Nava (Palencia), nacido en Vejorís, Ramón Ortiz de la Torre y Fernández de Bustamante, autor de un librito de apenas treinta y cinco páginas, Recuerdos de Cantabria. Libro de Bejorís, publicado en Palencia en 1897. En su libro, los Escalante aparecen ya en 1438, entre los hidalgos de Toranzo que se enfrentaron al señor de Aguilar de Campoo y conde de Castañeda, cuando quiso adueñarse del señorío de Toranzo. Más adelante habla de que La mayor parte de las casas de este pueblo están blasonadas, explica brevemente en qué consiste el escudo de los Escalante: Las [armas] de Escalante: un león rampante, es así de breve porque no hay nada más que decir para describirlo.
Quien más claro narra cuál es el origen torancés de Amós de Escalante es el erudito sacerdote Mateo Escagedo Salmón, quien entre 1925 y 1934, publicó los ocho tomos de su exhaustiva obra Solares montañeses. Viejos linajes de la provincia de Santander (antes montañas de Burgos). En el tomo V añade información sobre el escudo de los Escalante, sus colores: león de oro en campo azul, y en las páginas 162-165, se encuentra, «Casa actual de Escalante, en Santander», un texto en el que detalla la genealogía, desde el siglo XVI, de una familia Escalante a la que supone originaria de la localidad del mismo nombre en Trasmiera, una de cuyas ramas se traslada en el siglo XIX a Santander, cuando un joven emprendió el camino a la capital de la provincia como veremos. Se trataba de Juan de Escalante, natural de Vejorís, que se casó en 1802, en Santander, con María de Aguirre de las Heras. Su hijo mayor fue Cornelio Marcelino de Escalante y Aguirre, nacido en Santander el 16 de septiembre de 1807 y fallecido en la misma ciudad el 6 de abril de 1883, que sería miembro de la Milicia Liberal en la primera guerra carlista, diputado provincial y elegido en dos ocasiones diputado para el Congreso, aunque no llegó a tomar posesión en ninguna por motivos personales. Fue también concejal y alcalde de Santander, al que se le dedicó la calle Vía Cornelia, años después de que abriera en su finca ese camino para conectar la calle Cervantes con el Paseo del Alta, hoy aún calle General Dávila. Se casó con Petronila Prieto Labat, de cuyo matrimonio nacieron ocho hijos, el segundo de los cuales fue Amós de Escalante.
Por su parte, uno de los muchos trabajos de María del Carmen González Echegaray sobre el Valle de Toranzo, está incluido en el tercer tomo de su magna obra Escudos de Cantabria, en el que describe y reproduce una foto del escudo de los Escalante, que se encuentra en una casa antigua del barrio de la Isda, un escudo acuartelado, en cuyo primer cuartel aparece el escudo de los Escalante que mencionó Ortiz de la Torre: León rampante. Los otros tres cuarteles tienen las armas de Portilla, Corvera y Mora.
Armas de Bustamante en una labra heráldica ubicada en una casa de Vejorís. Fuente: Escudos de Cantabria, Vol. III, de Mª del Carmen González Echegaray (1969). |
También cita esta autora que, como nuestro biografiado, tenía igualmente raíces torancesas otro escudo que aparece en una casa más moderna y que perteneció a quien fuera presidente de la Diputación Provincial de Santander, Pedro de Escalante y Huidobro, nieto del poeta Amós. En este caso el edificio se encuentra en el barrio de la Junquera y modernamente se le añadió un escudo con el campo partido y medio cortado, con las armas de Portilla, Castañeda y Ceballos.
Siguen hoy acudiendo con regularidad descendientes de ese linaje de los Escalante de Vejorís al solar de sus mayores, manteniendo así viva la relación con el Valle de Toranzo y con Vejorís.
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